Publicado 13/02/2025 11:06

Explicación a la alta formación estelar en el 'muerto' cúmulo Phoenix

El núcleo del cúmulo Fénix se muestra en todo el espectro electromagnético.
El núcleo del cúmulo Fénix se muestra en todo el espectro electromagnético. - NASA

   MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Observaciones con el telescopio espacial James Webb han revelado un ingrediente clave que explica la prolífica formación de estrellas en el núcleo del 'muerto' cúmulo de galaxias Phoenix.

   Se trata de una extensa colección de galaxias unidas gravitacionalmente que giran alrededor de una galaxia masiva central a unos 5.800 millones de años luz de la Tierra.

   El cúmulo es el más grande de su tipo que los científicos han observado hasta ahora. Por su tamaño y edad estimada, el Phoenix debería ser lo que los astrónomos llaman 'rojo y muerto', es decir, hace mucho que no hay formación de estrellas característica de las galaxias más jóvenes.

   Pero los astrónomos descubrieron anteriormente que el núcleo del cúmulo Phoenix parecía sorprendentemente brillante y que la galaxia central parecía estar produciendo estrellas a un ritmo extremadamente vigoroso.

   En las galaxias más jóvenes, el "combustible" para la formación de estrellas se encuentra en forma de nubes extremadamente frías y densas de gas interestelar. En el caso del cúmulo Phoenix, mucho más antiguo, no estaba claro si la galaxia central podría sufrir el enfriamiento extremo del gas que sería necesario para explicar su producción estelar, o si el gas frío migraba desde otras galaxias más jóvenes.

GAS TEMPLADO

   Ahora, un equipo del MIT reporta en la revista Nature qha obtenido una visión mucho más clara del núcleo del cúmulo, utilizando las capacidades de medición infrarrojas de largo alcance del James Webb. Por primera vez, han podido cartografiar regiones dentro del núcleo donde hay bolsas de gas "caliente". Los astrónomos habían visto anteriormente indicios tanto de gas muy caliente como de gas muy frío, pero nada intermedio.

   La detección de gas caliente confirma que el cúmulo Phoenix se está enfriando activamente y es capaz de generar una enorme cantidad de combustible estelar por sí solo.

   "Por primera vez tenemos una imagen completa de la fase de formación estelar, que va de caliente a templada a fría, algo que nunca se había observado en ninguna galaxia", afirma en un comunicado el autor principal del estudio, Michael Reefe, estudiante de posgrado en física en el Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT. "Hay un halo de este gas intermedio en todas partes donde podemos ver".

   Según el equipo, esta enorme explosión estelar podría ser algo por lo que pasan todos los cúmulos en algún momento, pero actualmente sólo estamos viendo que ocurre en un cúmulo. La otra posibilidad es que haya algo divergente en este sistema, y que Phoenix haya seguido un camino que otros sistemas no siguen.

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