Publicado 22/04/2025 08:22

Un responsable de Emerita ratifica que el presidente de Magtel dijo supuestamente tener "la llave" de la mina

Archivo - Juicio oral por la adjudicación de los derechos mineros de Aznalcóllar. A 03 de marzo de 2025, en Sevilla (Andalucía, España). juicio oral por la adjudicación de los derechos mineros de Aznalcóllar. La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla
Archivo - Juicio oral por la adjudicación de los derechos mineros de Aznalcóllar. A 03 de marzo de 2025, en Sevilla (Andalucía, España). juicio oral por la adjudicación de los derechos mineros de Aznalcóllar. La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla - Joaquin Corchero - Europa Press - Archivo

Asegura que escuchó la presunta conversación entre Mario López y Joaquín Merino y reconoce en paralelo que pudo ser un "farol"

SEVILLA, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha celebrado este martes una nueva sesión del juicio por presuntos delitos de prevaricación, tráfico de influencias, malversación y fraude en la adjudicación de la explotación de la mina de Los Frailes, en Aznalcóllar, a la agrupación empresarial México-Minorbis; con la comparecencia como testigo de un responsable de la empresa Emerita Resources España, denunciante del caso tras pujar sin éxito por los derechos de gestión de este recinto minero; que ha corroborado las tesis del presidente de esta entidad respecto a que el acusado Mario López Magdaleno dijo tener "la llave del concurso".

Durante su comparecencia como testigo, este geólogo que ocupa un cargo directivo en Emerita Resources España y llamado Juan Luis Álvarez ha asegurado, como lo hiciera el día previo Joaquín Merino como presidente de la entidad; que el acusado Mario López Magdaleno, presidente de Magtel, empresa matriz de Minorbis; acudió personalmente a la sede de Emérita cuando ambas entidades pujaban ya por los nuevos derechos de explotación de la mina de Aznalcóllar, cerrada tras la gran catástrofe natural acontecida en 1998 por la fractura de su balsa de residuos de metales pesados cuando el recinto era explotado por Boliden-Andaluza de Piritas S.A. (Apirsa).

En concreto, para hacerse con tales derechos competían las ofertas de Minorbis, filial del grupo andaluz Magtel que pujaba con el apoyo de solvencia de Grupo México; y de Emerita Resources, perteneciente al fondo de inversión Forbes & Manhattan y que tras no ganar el concurso denunció el asunto por la vía Penal, asegurando que su propuesta era superior en lo económico; así como también por lo Contencioso Administrativo.

En ese marco, este responsable de Emerita ha narrado que quedó muy "sorprendido" al presenciar la llegada de Mario López Magdaleno a la sede de esta empresa con la cual este competía por la adjudicación de los nuevos derechos de explotación de la mina de Aznalcóllar, relatando que el mismo se reunió con Joaquín Merino.

EL SUPUESTO COMENTARIO DE LA "LLAVE"

Según ha asegurado, desde su despacho pudo escuchar la conversación entre ambos y cómo Mario López Magdaleno ofrecía a Merino que Minorbis y Emerita presentasen una oferta conjunta, con el supuesto aviso de que él tenía "la llave del concurso". Además, ha señalado que el presidente de Magtel habría pedido presuntamente a su homólogo de Emerita "el 15 por ciento" del negocio exclusivamente por "asegurar el concurso", es decir el resultado del mismo.

Según ha relatado corroborando los aspectos de la anterior comparecencia del presidente de Magtel, Mario López Magdaleno habría finalizado su reunión con el primero anunciándole de que le iban "a llamar" en el sentido de sus propuestas, tras lo cual según su narración desde las ventanas de la oficina habría observado como ya en la calle, López Magdaleno realizaba unas llamadas de teléfono.

Fue después, según su relato, cuando se percató de que tras las conversaciones telefónicas de López Magdaleno en la calle, el presidente de Emerita recibía una llamada de teléfono del acusado Vicente Cecilio Fernández Guerrero, entonces secretario general de la Consejería de Innovación Ciencia y Empleo, quien según ha dicho llegó a "invitar" en dos ocasiones a Emerita a alcanzar un acuerdo con Minorbis para una propuesta conjunta entre ambas entidades.

EL PRESIDENTE DE MAGTEL, EL "FAROL" Y SU "PESO" EN EL CONCURSO

No obstante, ha reconocido que él no escucho las palabras de Vicente Cecilio Fernández Guerrero en aquella conversación por teléfono de Merino y ha admitido que "puede ser" que Mario López Magdaleno plantease "un farol" al presidente de Emerita. "Lo que me llega es que Mario López tenía mucho peso en la adjudicación del concurso", ha manifestado.

Además, y a preguntas de las defensas, este directivo ha asegurado que pese a lo expuesto, él no interpuso denuncia alguna ni advertencia porque era algo que correspondía "a la dirección" de Emerita, toda vez que Joaquín Merino, a la hora de comparecer en el juicio, atribuyó al presidente de Magtel un supuesto intento de "extorsión" pero manifestó que sólo interpuso su denuncia tras la resolución del concurso en favor de la oferta de Minorbis-Grupo México.

Este responsable ha garantizado además que antes de comparecer en el juicio y corroborar las tesis del presidente de su empresa, "no" había hablado con el mismo con relación al devenir de la vista oral.

En el caso de Mario López Magdaleno, recordemos que durante su comparecencia como acusado, defendía que "nunca, para nada" disfrutó Minorbis de "trato privilegiado" por parte de responsables de la Junta de Andalucía a la hora de participar en el concurso público promovido por la Administración autonómica para encargar los nuevos derechos de explotación de la mina.

"Todo lo contrario, siempre se nos miraba con mucha más exigencia que a las empresas de fuera", enfatizaba Mario López Magdaleno, descartando además cualquier tipo de relación de amistad con los funcionarios o responsables institucionales de la Junta acusados en este mismo juicio por su papel en el citado concurso.

LOS DOS SOBRESEIMIENTOS DEL CASO

Recordemos también que merced a las peticiones de la Fiscalía, la jueza instructora de la denuncia inicial de Emerita, la magistrada Patricia Fernández Franco, acordó hasta dos veces el sobreseimiento de la investigación al no apreciar delito alguno.

Pero tras los recursos de apelación de las acusaciones particulares contra tales decisiones de archivo, en ambos casos la Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla, donde figura la juez Mercedes Alaya; instructora inicial de la macro causa de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos; accedió a las tesis de las acusaciones ordenando la reapertura de las diligencias, cristalizadas ahora en el citado juicio.

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