MADRID 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos siete militares han muerto y 15 más han resultado heridos en un ataque de individuos no identificados contra un control de seguridad en Shá Mardan, en el distrito de Kalat, en la región paquistaní de Baluchistán. El ataque ha sido reivindicado por el grupo separatista Ejército de Liberación de Baluchistán (ELB).
El incidente ocurrió en la noche del viernes. Tras el ataque, los heridos y cuerpos fueron trasladados a la ciudad de Quetta para recibir la atención necesarias, según ha informado la Gendarmería de Pakistán y recoge la televisión paquistaní Samaa.
Los fallecidos han sido identificados como el cabo primero Bajat Zamín, el cabo Ghulam Ishaq, el cabo Abdul Qadir, el soldado raso Rizwan, el soldado raso Waqas, el soldado raso Ali Abbas y el soldado raso Saqib Rehman.
El ELB ha reivindicado el ataque en un comunicado dirigido a la prensa en el que anuncia que dará más detalles sobre lo ocurrido en un próximo mensaje.
El presidente del Partido Istehkam e Pakistan y ministro federal de Comunicación, Abdul Alim Jan, ha condenado este ataque, un "acto cobarde de terrorismo" y ha destacado la labor del personal de las fuerzas de seguridad en particular cuando entrega su vida para proteger al país.
"Las fuerzas de seguridad han vuelto a sacrificar vidas para proteger a la patria. No se escatimarán esfuerzos para eliminar la amenaza del terrorismo", ha subrayado Jan antes de manifestar su confianza en el "éxito final".
También la primera ministra de Punyab, Maryam Nawaz, ha expresado su pesar por la pérdida de las vidas de militares y ha condenado este atentado.
En los últimos meses ha habido un incremento de los ataques del ELB contra las fuerzas de seguridad paquistaníes. La semana pasada un suicida mató a 26 personas e hirió a otras 60 en un atentado contra militares en una estación de tren de la ciudad de Quetta. En una acción anterior el grupo atacó a una delegación de trabajadores chinos en el aeropuerto de Karachi.
La violencia se concentra contra los proyectos chinos en Pakistán que buscan conectar la región china de Xinjiang con el mar Arábigo para conectar con los mercados de Oriente Próximo, Europa o África. Los grupos separatistas baluches acusan a China de robar tierras y expoliar los recursos de la región en cientos de kilómetros de costas.