Afirma que fue identificado como "un objetivo sospechoso cercano a otros aparatos no hostiles"
MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Israel ha afirmado este martes que el dron lanzado el lunes por los hutíes desde Yemen que impactó en un edificio residencial en la ciudad de Yavne (sur) sin que saltaran las alarmas no fue interceptado ante las dudas sobre que se tratara de un "aparato civil", lo que provocó que no fuera interceptado.
El jefe de la Fuerza Aérea, Tomer Bar, ha indicado que las investigaciones en torno al incidente revelan que "el aparato hostil, que fue lanzado desde Yemen, fue identificado como un objetivo sospechoso cercano a otros aparatos no hostiles", según un comunicado publicado por el Ejército.
Así, ha agregado que "un helicóptero de combate y los sistemas de defensa fueron preparados para interceptar el aparato", si bien ha apuntado que no se procedió a esta acción "por las preocupaciones sobre que fuera un aparato civil y la ausencia de un seguimiento continuo".
Bar ha afirmado por ello que fue un "error" no activar las alertas antiaéreas, hecho que ha achacado a que el dron "no fue clasificado como un aparato hostil", al tiempo que ha subrayado que fue "un incidente hostil en un espacio civil", si bien se saldó sin víctimas.
Tras el suceso, el portavoz de operaciones militares de los rebeldes, Yahya Sari, habló de "una operación militar precisa" con un dron contra "un objetivo sensible" en Yavne y aseguró que "el dron alcanzó exitosamente su objetivo", según un comunicado publicado en su cuenta en la red social X.
"Esta operación se enmarca en el apoyo a la resistencia palestina", dijo, antes de hacer hincapié en que los hutíes "seguirán haciendo frente a cualquier agresión israelí contra el país con más operaciones militares". "Las operaciones de apoyo al pueblo palestino no pararán hasta que se detenga la agresión y se levante el cerco a la Franja de Gaza", zanjó.
Los hutíes han llevado a cabo decenas de ataques con drones y proyectiles contra Israel desde el estallido del conflicto en la región tras los ataques perpetrados el 7 de octubre de 2023 por parte del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas contra Israel, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados.