La agencia de la ONU para los refugiados vuelve a acusar de maltrato a las autoridades libias y pide un plan urgente de atención
MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
La agencia de Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR, ha podido constatar que unos 3.000 migrantes se encuentran viviendo a la intemperie a las afueras de un centro de detención de la capital de Libia, Trípoli, después de la ola de arrestos, muchos de ellos "arbitrarios", efectuada por las autoridades libias a principios de este mes.
Como consecuencia de esta operación, y en palabras del enviado especial de ACNUR para la situación en el Mediterráneo Occidental y Central, Vincent Cochetel, "se ha producido un deterioro bastante acusado de la situación en la que se encuentran los solicitantes de asilo y los refugiados en Trípoli".
Estas 3.000 personas se han quedado sin techo por la destrucción de sus hogares durante la operación o bien por haber escapado, junto a otros cientos de personas, de las durísimas condiciones de los centros de detención en la capital libia.
Precisamente durante una de estas huídas, ocurrida el 6 de octubre del centro de Gheriyan, al menos cuatro personas murieron y varias heridas a consecuencia de los disparos efectuados por los guardias de la instalación. Dos días después, ocurrió exactamente lo mismo en el centro de Al Mabani, con un saldo de seis fallecidos y 24 heridos según pudo confirmar la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
ACNUR solicita a las autoridades libias un plan urgente para atender a la población de desplazados que "respete sus derechos e identifique soluciones duraderas para su situación". En este sentido, la agencia de la ONU aplaude la reciente reapertura de los vuelos de evacuación para los migrantes -- en torno a un millar están en lista de espera -- pero avisa que en modo alguno resuelve por completo la situación.
"Es un desarrollo positivo porque beneficia a los refugiados más vulnerables pero tenemos que se realistas: estos vuelos solo benefician a un número limitado de personas", ha indicado Cochetel, antes de volver a incidir sobre la situación de los sin techo: "Están viviendo a la intemperie, en el frío, y en un entorno muy poco seguro. Es absolutamente inaceptable", ha protestado.
Por todo ello, ACNUR sigue pidiendo a las autoridades libias "que respeten los derechos humanos y la dignidad de los solicitantes de asilo y refugiados, pongan fin a su detención arbitraria y les dejen en libertad".