MADRID 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Más de 250 personas han sido detenidas en Australia y Nueva Zelanda en el marco de operaciones internacionales contra el crimen organizado en las que ha intervenido la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos, según han informado las autoridades.
En Australia, la Policía Federal (AFP) ha monitoreado en secreto las comunicaciones entre figuras marginales con una aplicación encriptada diseñada por la policía llamada AN0M, como parte de una investigación encubierta internacional a largo plazo denominada Ironside.
Este operativo, que lleva activo tres años y en el que han participado 4.000 agentes australianos, ha supuesto el arresto "de 224 delincuentes por 526 cargos en todos los estados de Australia continental", ha precisado la AFP en un comunicado.
Asimismo, se ha hallado 3,7 toneladas de drogas, más de 100 armas, casi 45 millones de dólares australianos (28,6 millones de euros) en efectivo y "activos que se espera que lleguen a millones de dólares".
La Policía australiana ha informado de que ha actuado también sobre 20 amenazas de muerte y ha avanzado que se esperan más detenciones a nivel nacional y en otros países, así como ha trasladado que es probable que busque solicitudes de extradiciones de personas en el extranjero.
Igualmente, la policía federal ha dicho que "los delincuentes están vinculados a la mafia italiana con sede en Australia, las bandas de motociclistas fuera de la ley, el sindicato del crimen asiático y el crimen organizado albanés están entre los acusados" bajo la Operación Ironside, el componente australiano de la investigación.
Por otro lado, la Policía de Nueva Zelanda ha detenido este martes a 35 personas en una operación policial internacional, la cual ha sido definida por el director de Grupo Nacional contra la Delincuencia Organizada, el detective Greg Williams, como "la acción policial más sofisticada del mundo contra la delincuencia organizada hasta la fecha".
Con la participación de más de 300 agentes de la Policía neozelandesa se ha llevado a cabo el operativo que tenía como objetivo la importación, la venta y suministro de mentanfetamina, a parte de blanqueo de dinero.
Asimismo, ha formado parte de la operación mundial Trojan Shield, del FBI, cuyos agentes han operado el servicio AN0M en el que se comunicaban los delincuentes.
Así, los 35 detenidos son acusado de 900 cargos y se les ha incautado 3,7 millones dólares neozelandeses (1,6 millones de euros) en activos. Estas personas han comparecido en el Tribunal de Distrito de Auckland y el Tribunal de Distrito de Hamilton este lunes y martes y enfrentan una amplia gama de delitos graves de tráfico de drogas y lavado de dinero.