MADRID 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), ha emplazado al organismo a ser "más dependiente de los datos que nunca" ante la incertidumbre sobre la inflación que tienen las tensiones comerciales entre Estados Unidos y el resto del mundo.
En una rueda de prensa celebrada este jueves en Fráncfort con posterioridad a la reunión de política monetaria que ha tenido el BCE, Lagarde ha explicado que las "disrupciones del comercio global en alza están añadiendo más incertidumbre a las previsiones de inflación para la eurozona".
"Tenemos que ser más dependientes de los datos que nunca ahora mismo", ha subrayado la francesa.
En todo caso, ha indicado que con la información que hay a día de hoy, parece claro que habrá cierto impacto en el crecimiento pero que el impacto neto en la inflación solo estará claro "con el paso del tiempo".
De esta forma, ha señalado que existen presiones a la baja para los precios como la apreciación del euro, la caída de los precios de la energía, unas menores exportaciones o el impacto en la demanda doméstica de las reacciones a los aranceles de los mercados financieros.
Por el contrario, los precios podrían subir si suben los precios de las importaciones por disrupciones de la cadena global de suministro, por el mayor gasto público para financiar la Defensa europea o por el efecto de eventos climáticos extremos sobre los alimentos.
Mas allá de la inflación, Lagarde ha explicado que los riesgos a la baja para el crecimiento económico "se han incrementado" por la escalada de las tensiones comerciales y las incertidumbres asociadas.
"La confianza en deterioro de los mercados financieros podrían llevar a condiciones financieras más duras, una mayor aversión al riesgo y hacer que empresas y hogares estén menos dispuestos a invertir y consumir", ha expresado la francesa.
En este contexto, el BCE ha decidido este jueves bajar los tipos de interés en 25 puntos básicos, situando así la tasa de facilidad de depósito en el 2,25%, la de operaciones principales de refinanciación en el 2,40% y la facilidad de préstamo en el 2,65%.
Lagarde ha explicado que la decisión de rebajar el precio del dinero en 25 puntos básicos "ha sido unánime", aunque ha reconocido que durante la reunión de política monetaria se han debatido otras opciones. Aunque se ha abordado la posibilidad de una rebaja de 50 puntos básicos, ningún miembro del Consejo de Gobierno del BCE ha argumentado en favor de ese movimiento.
Por otro lado, la presidenta del BCE ha valorado positivamente la hoja de ruta de la Comisión Europea para mejorar la competitividad del bloque comunitaria. Lagarde ha incidido en que sus propuestas, incluyendo la simplificación normativa, "deberían ser adoptadas con premura"