Actualizado 11/02/2015 05:53

Una segunda prueba confirma que Nisman no tenía restos de pólvora en sus manos

BUENOS AIRES, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Una segunda prueba ha confirmado que el fiscal Alberto Nisman, que murió en extrañas circunstancias mientras investigaba el caso AMIA, no tenía restos de pólvora en sus manos, lo que descartaría de nuevo la hipótesis del suicidio.

   Según han informado este martes fuentes judiciales al diario argentino 'La Nación', el segundo estudio microscópico de barrido electrónico ordenado por la Fiscalía para confirmar que Nisman no tenía restos de pólvora en sus manos ha dado negativo.

   El pasado 20 de enero, la fiscal que investiga la muerte de Nisman, Viviana Fein, ya anunció que, de acuerdo con el primer estudio microscópico, no había restos de bario, antimonio y plomo en sus manos.

   Entonces, Fein explicó que esto no significa que Nisman no se disparara porque las armas de pequeño calibre, como la hallada junto al cadáver del fiscal del caso AMIA, suelen no dejar restos de pólvora suficientes.

   Esta confirmación volvería a echar por tierra la hipótesis del suicidio que, aunque había sido descartada en las últimas semanas, el lunes cobró fuerza al saberse que la trayectoria ascendente de la bala es "compatible" con el suicidio.

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MUERTE DE NISMAN

   El cadáver de Nisman fue encontrado alrededor de las 22.00 (hora local) del 18 de enero en su casa, ubicada en el 13º piso de la torre Le Parc, en Buenos Aires. El fiscal del caso AMIA estaba tendido en el baño y con un disparo encima de su oreja derecha.

   Aunque en un principio se barajó la hipótesis del suicidio, ahora tanto la familia como los investigadores lo han descartado. El Gobierno, por su parte, apunta a un complot de la Secretaría de Inteligencia para derrocar al 'kirchnerismo'.

   La muerte de Nisman ha causado una gran conmoción porque se produjo una semana después de que el fiscal acusara a la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y a su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, de encubrir a los iraníes sospechosos del atentado.

   El atentado contra la AMIA tuvo lugar el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires y se saldó con 85 muertos y 300 heridos, convirtiéndose así en el mayor ataque terrorista perpetrado hasta ahora en suelo argentino.

   A pesar de ello, sigue sin resolver porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.